La primera cosa que debes considerar a la hora de crear tu curso virtual es el identificar quien es tu potencial cliente, cual es el punto de partida y hasta donde quieres llevarlo.
En esto es importante que tratemos de manejar una máxima: «No le busques estudiantes a tus cursos, búscales cursos a tus estudiantes». Permíteme explicarme a continuación.
Una de las principales quejas que dan los estudiantes cuando finalizan o dejan «botado» un curso es que lo sintieron muy genérico o que no lo vieron interesante.
Según lo que hemos conversado con estudiantes y en nuestra experiencia, hemos encontrado que estas dos sensaciones tienen más relación a un diseño de curso inadecuado más que con la calidad del curso impartido.
Y esto se da pues olvidamos preguntarnos: ¿a quién está dirigido este curso? y ¿cuál es el valor, habilidad, competencia o conocimiento que quiero otorgarle a ese estudiante?
Y es que no debemos suponer que los cursos les sirven igual a todas las personas y de la misma manera.
En una búsqueda por internet puede encontrar cientos o incluso miles de cursos de cualquier tema, por ejemplo, si escribes en tu buscador: Cursos de Administración de Proyectos, te saldrán páginas de páginas con múltiples opciones, todas con el compromiso de ser las mejores opciones, y probablemente, la mayoría con muy buenos contenidos.
Entonces, donde radica el problema, ¿por qué la gente sale descontenta? O al menos, con esa sensación de desconexión con el curso. En muchos de los casos, por que ese curso no fue diseñado para ninguna persona específica.
El punto es que el titulo Administración de proyectos te ubica en un área de conocimiento, pero no te contextualiza a quien le sirve son cursos de administración de proyectos de construcción, o de software, ¿o de emprendimientos o de qué? ¿Y está pensado para principiantes o avanzados?
No son pocas las ocasiones en las que se encuentran en un mismo cursos personas con poco o ningún conocimiento en el tema con personas con estudios superiores y experiencia. Estudiantes en puntos tan diferentes en su camino cognitivo que ninguno siente que el curso satisface sus necesidades.
Es acá donde encontramos la necesidad de que los y las instructoras, comiencen el montaje del curso identificando al estudiantado al que se dirige, identifique sus necesidades y determine que es lo que quiere impulsar que aprenda.
A partir de este punto, toda acción y esfuerzo que realice el docente deberá de ir direccionado a solucionar estas necesidades identificadas, incluso los esfuerzos de mercadeo deberán ir orientados a esto para que la persona que matriculen este curso, no solo lo haga por el interés del tema sino por que el curso resuelve su necesidad.
Así, volviendo al ejemplo anterior, el título del curso debería ser “Introducción a la Administración de Proyectos de Construcción”, si bien es cierto, tu mercado se cerraría por que hay menos estudiantes que buscan algo tan específico, también es cierto que a la persona que tiene esa necesidad le resolviste tan bien que te seguirá busca y de esta manera irás creando una audiencia con necesidades específicas a las que podrás ir ofreciéndoles más cursos.
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